miércoles, 24 de julio de 2013

Lo que pedimos a Dios...

Pedimos fuerzas... y Dios nos da dificultades para hacernos fuertes. Pedimos sabiduría... y Dios nos da problemas para resolver. Pedimos prosperidad... y Dios nos da cerebro y músculos para trabajar. Pedimos coraje... Y Dios nos da obstáculos para superar. Pedimos amor... Y Dios nos da personas con problemas para ayudar. Pedimos favores... Y Dios nos concede oportunidades. Parece que no recibimos nada de lo que hemos pedido... pero recibimos todo lo que necesitamos.  Vivamos la vida sin miedo, enfrentemos todos los obstáculos e intentemos superarlos. La ayuda de Dios no nos faltará porque todo eso forma parte de su plan misericordioso sobre nosotros.

lunes, 15 de julio de 2013

Tren con destino al amor de mi vida

Una imagen enviada por mi hermana del alma , mi mejor amiga mi media naranja en amistad me inspiró para esta entrada. En nuestras largas y a veces entre cortadas conversaciones por chat solemos hablar del porque aun no estamos con el que sera nuestro compañero de viaje en este tren de la vida. Y hablando de trenes una llega a una edad en que ya es típico que si no tienes pareja e hijos la gente te dice que se te va a ir el tren. Aplicando esta metáfora a mi vida sentimental en particular puedo decir que deje pasar varios trenes , subi a algunos pero como sabia que el rumbo era incierto decidi bajarme y esperar al próximo. Hubo un tren cuyo trayecto duro aproximadamente 7 años , ibamos bien algunos percances pero nada que no se pueda solucionar . Aunque circunstancias ajenas a mi me obligaron a bajarme de ese tren y alejarme por un tiempo de aquella estación. Fue algo doloroso pero que estando en otra estación, subiendo y bajando de algunos trenes aunque estos solo fueron viajes de mediana distancia fui superando. Por cosas del destino retorne a mi estación y volví a esperar el mismo tren de hace 7 años pero me informaron que ya lo había abordado una nueva pasajera y el trayecto iba viento en popa . Hasta que hace meses atrás me entere que el tren estaba libre nuevamente quedo con algunos defectos mecánicos , yo intente subirme otra vez al mismo tren , mi tren . Y aunque me niego a creer que ese tren no es para mi el tiempo me ha demostrado que ese tren ya no es para en mi estación y que debo darme la oportunidad de esperar otros trenes con nuevos trayectos , nuevas aventuras y porque no mi tren definitivo , el tren con destino al amor de mi vida.
Enviado desde mi BlackBerry smartphone a través de Personal

En lo distinto está el encanto ...

Que gran verdad de Ricardo Arjona , es verdad a mi me pasa siempre que
busco pareja quiero alguien que tenga los mismos gustos que yo pero en
lo distinto esta el encanto :)
"Nos gastamos más de la mitad de la
vida buscando a alguien que se
parezca tanto a nosotros para que
nos lo llevemos a la casa y podamos
emprender una especie de aventura
sentimental. Pero siempre decimos:
"tiene que ser igual a mí" como si
nosotros fuésemos la gran cosa. De
repente a uno le pasa que después
de un rato de tratar de conseguir a
una gente así, descubre que después
del tiempo ella sale del cuarto, saca
la cabeza y dice: "noche" y uno le
contesta: "día", porque así nada
más... Uno dice: "blanco", ella dice:
"negro", a uno le gusta el fútbol, a
ella le gusta el béisbol y entonces
uno comienza a cometer errores. Uno
trata de largarse del lugar, voltea a
ver y se supone que tendría que
estar pero se largó antes que
nosotros. Uno va y busca por la vida
un nuevo camino. Entonces uno se
busca una mujer que se parezca
mucho a nosotros, una que le guste
el fútbol también. Y se consigue a
una chica que le gusta el fútbol y ella
se consigue a un tipo que le gusta el
béisbol. Y cada uno emprende su
nuevo camino. A mí me pasó y era
impresionante cuando empecé a salir
con esta chica porque yo decía: "hoy
tengo ganas ... como no sé... de ir al
cine" y ella me decía: "es justo lo que
estaba pensando, yo también quiero
ir al cine". Íbamos a un bar, yo pedía
un trago, pedía: "a mí me da un
tequila, por favor" y ella decía: "yo
también quiero un tequila, me
encanta el tequila". Entonces se
convierte todo en algo tan
maravilloso, tan organizado y tan
perfecto que me bastaron 14 días
para aburrirme totalmente de aquella
mujer. Mientras por el otro lado, la
que se fue con el beisbolista, estaba
padeciendo la misma historia, sólo
que ella aguantó un poquito más que
yo, aguantó 15 días. Al día número
16 nos hablamos por teléfono, nos
citamos en un café, charlamos un
rato y llegamos a la maravillosa
conclusión que para ser amigos es
importantísimo ser bastantes
parecidos y afines, pero para ser
amantes y amarse no hay nada
mejor en el mundo que ser distintos."

domingo, 14 de julio de 2013

el valor de nuestra vida...

hoy la verdad estoy bajoneada no encuentro sentido a mi vida se que
todos alguna vez sentimos eso , pero esta hermosa historia me consoló
de alguna manera solo de mi depende darme mi propio valor.
Un muchacho se acerca a su maestro y
le dice: "Maestro, ¿Por qué me siento
tan poca cosa que no tengo fuerzas
para hacer nada? Me dicen que no
sirvo, que no hago nada bien, que soy
torpe y bastante tonto". ¿Cómo puedo
mejorar? ¿Qué puedo hacer para que
me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- "Cuánto lo siento, muchacho. Ahora
no puedo ayudarte. Debo resolver
primero mi propio problema. Quizás
después". Y haciendo una pausa
agregó: "si quisieras ayudarme tú a mí,
yo podría resolver este tema con más
rapidez y después tal vez te pueda
ayudar".
- Encantado, maestro –titubeó el joven-
pero sintió que otra vez era
desvalorizado y sus necesidades
postergadas.
- Bien, asintió el maestro. Se quitó un
anillo que llevaba en el dedo pequeño
de la mano izquierda y dándoselo al
muchacho, agregó: "Toma el caballo
que está allí afuera y cabalga hasta el
mercado. Debo vender este anillo
porque tengo que pagar una deuda. Es
necesario que obtengas por él la mayor
suma posible, pero no aceptes menos
de una moneda de oro. Vete antes y
regresa con esa moneda lo más rápido
que puedas".
El joven tomó el anillo y partió. Apenas
llegó, empezó a ofrecer el anillo a los
mercaderes. Estos lo miraban con
algún interés, hasta que el joven decía
lo que pretendía por el anillo. Cuando el
joven mencionaba la moneda de oro,
algunos reían, otros le daban vuelta la
cara y sólo un viejito fue tan amable
como para tomarse la
molestia de explicarle que una moneda
de oro era muy valiosa para entregarla
a cambio de un anillo. En afán de
ayudar, alguien le ofreció una moneda
de plata y un cacharro de cobre, pero el
joven tenía instrucciones de no aceptar
menos de una moneda de oro, y
rechazó la oferta. Después de ofrecer
su joya a toda persona que se cruzaba
en el mercado –más de cien personas-
y abatido por su fracaso, montó su
caballo y regresó. Cuánto hubiera
deseado el joven tener él mismo esa
moneda de oro. Podría entonces
habérsela entregado al maestro para
liberarlo de su preocupación y recibir
entonces su consejo y ayuda.
El joven entró en la habitación y le dijo
al Maestro.
- "Maestro lo siento, no es posible
conseguir lo que me pediste. Quizás
pudiera conseguir dos o tres monedas
de plata, pero no creo que yo pueda
engañar a nadie respecto del verdadero
valor del anillo".
- Qué importante lo que dijiste, joven
amigo –contestó sonriente el maestro-.
Debemos saber primero el verdadero
valor del anillo. Vuelve a montar y vete
al joyero. ¿Quién mejor que él, para
saberlo?. Dile que quisieras vender el
anillo y pregúntale cuánto da por él.
Pero no importa lo que ofrezcas, no se
lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero
examinó el anillo a la luz del candil, lo
miró con su lupa, lo pesó y luego le
dijo: "Dile al maestro, muchacho que si
lo quiere vender ya, no puedo darle
más de 58 monedas de oro por su
anillo".
- ¡¡¡¿58 monedas?!!! –exclamó el joven
-.
- Sí, replicó el joyero. Yo sé que con
tiempo podríamos obtener por él cerca
de 70 monedas, pero no sé si la venta
es urgente. El joven corrió emocionado
a casa del maestro a contarle lo
sucedido.
- Siéntate –dijo el maestro después de
escucharlo-. Tú eres como este anillo:
una joya, valiosa y única. Y como tal,
sólo puede evaluarte verdaderamente
un experto. Y ese experto sólo puede
ser el que te creó. ¿Qué haces por la
vida pretendiendo que cualquiera
descubra tu verdadero valor? Y
diciendo esto, volvió a ponerse el anillo
en el dedo pequeño de su mano
izquierda.

sábado, 13 de julio de 2013

a que le temes ?

Hay muchas fobias y miedos presentes
en nuestra sociedad. Temor al fracaso,
a no ser aceptado, a pasar una
vergüenza extrema, entre otros. Estos
miedos pueden convertirse en una
fobia que es algo más severo: fobia al
compromiso, a las arañas, a los
espacios cerrados. Pero hay una
situación en particular que asusta a un
gran número de las personas hoy en
día y que incluso tiene nombre:
anuptofobia, el miedo a estar solo.
Desde pequeñas se nos inculca la idea
de que encontraremos una pareja, nos
casaremos y tendremos hijos. El ideal
de príncipe azul lo refuerzan las
historias y las películas asegurándonos
que llegada una edad estaremos
felizmente casadas (o al menos
emparejadas). ¿Y si no? ¿Qué pasa
cuando llegamos a cierta edad y
estamos solas? La sociedad en la que
vivimos no nos ayuda particularmente
en eso. Seamos francas, aquí sí importa
si estás sola. Aunque tú te sientas bien
contigo misma y con tu vida, el hecho
de no tener pareja pesa. "¿Y todavía no
está pololeando, mijita?" te pregunta
esa tía en un cumpleaños y tus papás
te recuerdan (según ellos sutilmente,
pero en realidad descaradamente) "Ya
no tienes 25 años, ¿qué estás
esperando?". Nos ponen encima la
presión de tener pareja porque
supongo que creen que sin pareja no
se puede ser feliz, además de que está
el tema de ser madre, si eres mujer
tienes que ser madre y no puedes serlo
después de los 40.
¿Por qué tenemos que responder a
tantas obligaciones sociales? ¿Por qué
tienen que hacerme sentir mal si tengo
29 años y estoy bien sola por el
momento?
Y por estas mismas presiones terminas
desarrollando una fobia a la soltería.
Una fobia que terminará haciéndote
(como casi todas las fobias) muy infeliz.
Preferirás estar con cualquiera antes
que estar sola. Imagínate la infelicidad
de quedarte con alguien y quizás
incluso casarte y tener hijos con esa
persona que nunca te convenció, pero
que estaba ahí. Se ve tan seguido… las
personas que terminan una relación y
ni siquiera ha pasado el mes cuando ya
están con otra pareja. Y así una y otra
vez, con un miedo incontrolable a estar
solo, a decir que estás soltero, con
pánico a atreverte a estar contigo
misma. Sí, el humano es un ser
gregario, pero eso no significa que
necesitemos a otro para ser feliz.
No dejes que este miedo se apodere de
tu vida y tus relaciones.

no es un reproche ...

NO es un reproche lo aclaro mas bien una pregunta a Dios , del porque
a mi aun no . Porque aun no encuentro esa persona que sera mi
compañera de vida y formar la familia que tanto anhelo. Se que todo
tiene su tiempo , los tiempos de Dios son perfectos . Creo que es un
poco de nostalgia y anhelos de que deseo en lo mas profundo de mi
corazón formar esa familia que tanto quiero ....pese que aun no esta
conmigo quien sera mi compañero de vida yo se que existe y se que
pronto estaremos juntos . Dios tu sabes el porque permites que sucedan
las cosas en mi vida , hágase en mi tu santa voluntad. Amén