martes, 7 de octubre de 2014

Cómplice y testigo ...

Espero que me recuerdes, aunque sé que han
pasado tantos años que es difícil. Pero no lo es
para mí, que recuerdo nuestra inocente
historia de amor como si fuera ayer. Y tal vez
pienses que estoy loca por escribirte esta carta
de amor , esta carta para un amor que quedó
en la niñez.
No estoy loca, no estoy atrapada en el pasado .
Ocurre que en los últimos meses me han
asaltado tus recuerdos no sé por qué razón. Y
creo que te mereces estas líneas tanto como
cualquier otro amor. Porque tú fuiste mi
primer amor, porque contigo aprendí a querer
y contigo compartí los primeros besos
secretos.
Que nuestra historia de amor fuera inocente,
una cosa de niños, no le resta intensidad a
aquellas caricias torpes, a aquellos besos
furtivos y a aquellos encuentros clandestinos.
Porque con solo darnos la mano nos sentíamos
unidos, que formábamos parte el uno del otro.
No recuerdo nuestra historia de amor con
pena, me gusta que las cosas hayan
transcurrido así, con otros besos, otros
encuentros, otras caricias y otros amores. Pero
no puedo evitar sonreír cada vez que nos
imagino escondiéndonos bajo unas sabanas en aquella reposera que fue cómplice y testigo,  para
pasar un rato de amor.
Porque tu recuerdo me hace sonreír :)