La Fe es la causa
de todo lo que el hombre ha logrado en la humanidad. Lincoln tuvo fe en
que podía ser presidente y no obstante haber perdido en más de diez
elecciones, llego a la presidencia. Edison falló diez mil veces en su
intento de inventar el foco y a la 10,001 hizo trabajar su invento.
Cervantes antes de ser padre del idioma español, estuvo en la cárcel.
Lincoln era un
hombre ordinario, sin atractivo y que un día estuvo enfermo con un
ataque de nervios, porque había fracasado en todo, hasta en el amor.
Edison solo tenía primaria y era sordo. Cervantes no tenía una mano y
era pobre. ¿Que hizo que estos tres hombres simples se convirtieran en
gigantes? LA FE, porque creyeron en sus sueños. Lo que hace que una
persona persista hasta lograr su objetivo es LA FE.
“Todo lo que
pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo tendrán”. Marcos
11- 24
Ellos utilizaron
su fe, para cumplir sus grandes hazañas. Ellos creyeron en las promesas
de Dios. Yo personalmente no soy religioso, ni pertenezco a ninguna
iglesia, pero esas palabras son tan poderosas y ciertas, que realmente
cambiaron mi manera de pensar. Cuando la gente reza y pide por algo, se
queja de que Dios no les escucha y no les concede lo que piden. No es
que Dios sea un Dios malo y no les quiera otorgar lo que pidieron. Lo
que pasa es que ellos mismos no creen que puedan obtener lo que están
pidiendo. Si piden una casa y no ganan lo suficiente para hacer el pago,
no tienen la fe de que sea posible. Pero la fe es creer en lo que uno no
puede ver y la recompensa será ver lo que uno creía.
Es difícil para el hombre objetivo aprender a tener fe, porque simplemente el sentido común te dice que es casi un imposible lo que estas pidiendo. Lo que el hombre tiene que hacer es comenzar a construir la fe de que si lo puede lograr y lo primero para esto es soñar, hablar y pensar todo el día en lo que quiere lograr.
Es difícil para el hombre objetivo aprender a tener fe, porque simplemente el sentido común te dice que es casi un imposible lo que estas pidiendo. Lo que el hombre tiene que hacer es comenzar a construir la fe de que si lo puede lograr y lo primero para esto es soñar, hablar y pensar todo el día en lo que quiere lograr.
El hombre tiene
que formar la visión de la felicidad que su familia va a gozar en la
casa que va a comprar.
No es suficiente
ir a misa los domingos hacer una petición y olvidarse el resto de la
semana, para que se cumpla tu oración tienes que rezar sin parar. El
tener la visión y pensar todo el tiempo en lo que anhelas es rezar.
Esto es lo que
hace la diferencia, porque se comienzan a grabar estas imágenes en el
subconsciente y una vez que esta ahí, lo que ocurre es simple “Ahora si
crees que lo vas a obtener” y simplemente se cumple la promesa de Dios.
La Fe no hace
milagros con las cosas y no te va dar lo que pidas, sin nada a cambio.
La Fe hace
milagros en el hombre o mujer. El saber que la promesa se va a cumplir,
hace que esta gente estudie, se prepare, luche, aprenda y crezca. Al
hacer esto se ponen al nivel de lo que pidieron, esta ley es inflexible
y trabaja; es como un imán. La prosperidad atrae a la prosperidad.
La gente que tiene
fe en que va a lograr lo que anhela, va a persistir hasta encontrar lo
que busca. Y ya sabemos que es infalible esta otra ley “Busca y
encontraras”.
Uno no tiene que
rezar el rosario por 2 horas y el resto del día olvidarse de Dios, hasta
la próxima vez que reces.
La respuesta a tus
rezos no viene a través de tu fe mientras rezas. Viene a través de tu
fe, mientras trabajas para obtener lo que imploras. En otras palabras,
la familia que esta trabajando duro, estudiando, preparándose, es la
familia que tiene fe en que va a lograr lo mejor para su felicidad. El
rezar significa tener la visión todo el tiempo, con el propósito de
hacerlo realidad. Eso es lo que significa tener fe. Lo que viene a
continuación es la forma material de tu visión: Palabras poderosas, para
que se cumplan todos tus propósitos: “Todo lo que pidan en la
oración, crean que ya lo han recibido y lo tendrán”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario