Sólo tus palabras fueron suficientes
para encontrarle de nuevo el sentido a mi vida
indiferente.
Pintas cada día con colores nuevos
y cada noche vuelves a encontrarme
en la puerta de mis sueños.
Llenas cada hueco sin querer hacerlo
y has entrado como un arcoiris a mi mundo en
blanco y negro.
Y tú a cambio sólo pides un favor:
que lo nuestro tenga forma de canción.
Llegaste sin avisar,
dejando huella al pasar,
llenando mis días de azúcar y sal,
escribiendo un guión que no acaba aunque pase la
vida.
A tu lado no hay final.
Tú me has enseñado a parar el tiempo.
A tu lado no me cuesta nada ver la vida como un
cuento.
Te amo
No hay comentarios:
Publicar un comentario