¿Sabias que el amor tiene pies
y que anda por la vida con pies
descalzos?
Para poder funcionar en una relación
necesita de un par de zapatos.
Yo era como un zapato solitario
olvidado en una inmensa zapateria
en la que todos tenían su par.
La gente quiere que el amor camine
en ellos
pero buscan zapatos de diferente
talla, diseño y color
y es entonces cuando el amor no
encaja, duele y hasta sangra.
Nadie puede caminar con dos
zapatos equivocados
porque entonces tropieza o se cansa
o se hace daño.
Por eso se les llama calzado, porque
calzan los dos de manera adecuada
para un perfecto andar.
Esa es la clave de la felicidad en el
amor ,
encontar aquel zapato que es de
nuestro mismo diseño, color y talla,
para que el amor pueda caminar en
nosotros.
Pero me dirás que siempre existen
diferencias y es cierto,
dos zapatos no son exactamente
iguales, uno es izquierdo y el otro
derecho,
como los dos lados del corazón o los
dos hemisferios del cerebro.
En una pareja, no pueden ser el uno
la copia exacta del otro,
más bien la pequeña diferencia
los vuelve un complemento
necesario.
Qué dicha cuando el amor puede
caminar con nosotros,
sin tropezar ni canzarse, hasta
alcanzar metas y sueños.
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